sábado, 11 de junio de 2011

Habiendo llegado a la corte cantidad de poetas cultos, le escribió un amigo a Francisco Bances Candamo. Soneto XXII (1690-1700)


Candamo, amigo, huyamos que en poetas
hierve Madrid. ¿A qué aguardáis? Huyamos
porque de presumidos de Candamos
fondo han dado en el Rastro cien carretas.
A Silveira y a Góngora varetas
ponen cazando voces sin reclamos
y a Mena y Garcilaso, nuestros amos,
las dulces liras vuelven en trompetas.
Salgamos luego y las penates musas
escondamos devotos en Batuecas
mientras que graznan aves tan confusas.
Salvemos nuestros usos y sus ruecas
porque si no, al tropel de garatusas
nos moriremos de dolor de muecas.

Anónimo, en Francisco Antonio de Bances y Candamo, Obras líricas,
Francisco Martínez Abad, Madrid, [1729], p. 153.

No hay comentarios:

Publicar un comentario