Candamo, amigo, huyamos que en poetas
hierve Madrid. ¿A qué aguardáis? Huyamos
porque de presumidos de Candamos
fondo han dado en el Rastro cien carretas.
hierve Madrid. ¿A qué aguardáis? Huyamos
porque de presumidos de Candamos
fondo han dado en el Rastro cien carretas.
A Silveira y a Góngora varetas
ponen cazando voces sin reclamos
y a Mena y Garcilaso, nuestros amos,
las dulces liras vuelven en trompetas.
ponen cazando voces sin reclamos
y a Mena y Garcilaso, nuestros amos,
las dulces liras vuelven en trompetas.
Salgamos luego y las penates musas
escondamos devotos en Batuecas
mientras que graznan aves tan confusas.
escondamos devotos en Batuecas
mientras que graznan aves tan confusas.
Salvemos nuestros usos y sus ruecas
porque si no, al tropel de garatusas
nos moriremos de dolor de muecas.
porque si no, al tropel de garatusas
nos moriremos de dolor de muecas.
Anónimo, en Francisco Antonio de Bances y Candamo, Obras líricas,
Francisco Martínez Abad, Madrid, [1729], p. 153.
No hay comentarios:
Publicar un comentario